La hidrolimpiadora es una máquina de limpieza muy útil que tiene múltiples funciones dentro del hogar y para cualquier tipo de actividad a nivel profesional; este tipo de máquina suele elegirse de acuerdo a la necesidad que tengamos, y es por eso que es necesario conocer sus prestaciones (caudal, presión y potencia) antes de elegir un modelo, si queremos estar seguro de optar por la más adecuada.

Al comprar una hidrolimpiadora, la vida útil de la máquina dependerá, en gran manera, del trato que nosotros le demos a la máquina; si abusamos de sus prestaciones, la moto-bomba no rendirá y la herramienta puede averiarse rápidamente, por lo que nunca puede usarse una máquina básica, diseñada para uso doméstico, para largas faenas de limpieza ni para enfrentar suciedades de alto nivel, pues no sólo los resultados se verán comprometidos, sino que la máquina se desgastará en poco tiempo. Lo que tratamos de decir es que tienes que cuidar la hidrolimpiadora y estar al tanto de los usos que le des, así como también deberás cuidar de cada una de sus partes correctamente para que el sistema de la máquina pueda trabajar con eficiencia. Te dejamos algunos consejos sobre cómo usar una hidrolimpiadora y qué debes chequear antes de usarla.

Uso correcto de una hidrolimpiadora

Una hidrolimpiadora típica conta de una motor eléctrico o a combustión, el cual ofrece una potencia máxima de trabajo que será la encargada de empujar el sistema y darle fuerza a la bomba para bombear el agua. De la calidad del motor y la bomba dependerá la vida útil de la máquina y que esta pueda arrojarte resultados óptimos al limpiar.

Esto significa que el motor y la bomba es el corazón de la hidrolimpiadora y para protegerlo deberás usarlos adecuadamente; por ejemplo, algunas marcas incluyen protección térmica en el motor para evitar que el agua que salpica al limpiar pueda afectarle. Esto es una gran idea, pero quizás el mayor cuidado que podrías darle es usar un filtro de agua en la manguera para evitar que residuos y partículas que suelen estar en el agua migren hasta el motor y la bomba.

Algunas marcas también incluyen filtro para la bomba en la máquina o en los accesorios; si tienes un modelo que no lo incluye, te recomendamos comprar un filtro de agua hoy mismo; los filtros son muy económicos y te librarán de grandes dolores de cabeza a futuro.

Otro aspecto a cuidar es el caudal del agua; cuando instales la manguera a la toma de agua asegúrate de tener un alto flujo de agua; si no estás seguro de ello, prueba llenando alguna cubeta y mide el tiempo que toma esta en llenarse. Se dice que un grifo común es capaz de permitir un flujo de agua de unos 900 litros /hora, lo que es más que suficiente para cualquier tipo de hidrolimpiadora que tengas en casa. Además, necesitas conexiones de agua que conecten la manguera con la máquina. estas deben ser de 3/4 generalmente. Algunas marcas incluyen estas conexiones en sus modelos, pero en caso de que no hayas corrido con la suerte, puedes adquirirlas por separado. La función de autosucción o autocebante que tiene la mayoría de las hidrolimpiadoras te permitirá usar la máquina sin toma de agua, lo que significa que la bomba extrae el agua de alguna cubeta o tanque donde metas la manguera.

Hoy día, las hidrolimpiadoras incluyen un sistema de parada automático el cual protege la bomba y el motor del desgaste al limpiar, ayuda a ahorrar agua y energía y facilita el uso de la máquina; este sistema se activa cuando empiezas a accionar la pistola así que cuando conectes la máquina a la toma de corriente y tengas ya la manguera también conectadas, la herramienta sólo empezará a funcionar y a chupar agua y electricidad sólo si aprietas el gatillo de la pistola.

Además, tienes que contar con una manguera de alta presión para que esta pueda soportar las presiones de la máquina, y asegúrate de que si usas una manguera flexible, normal, esta sea antitorsión para que no se doble.

Consejos para usar una hidrolimpiadora

  • Revisar que el caudal disponible a través de la manguera sea suficiente para llenar la hidrolimpiadora y conseguir la presurización esperada
  • Revisar y ajustar las conexiones de agua entre la hidrolimpiadora y el grifo; a veces están flojas, permitiendo que el agua no fluya de forma eficiente
  • Abrir el grifo en donde se conectó la hidrolimpiadora. A veces es recomendable esperar a que la máquina se llene, así que podrías esperar unos 60 segundos antes de encender la hidorlimpiadora activando la pistola
  • Si tienes una máquina que funciona a combustión, espera a que la hidrolimpiadora caliente antes de encenderla
  • Revisa que tienes conectada una boquilla adecuada según el tipo de superficie a lavar. Si es una superficie suave o delicada, puedes elegir un chorro en abanico, pues suele ser menos agresivo; en caso contrario, elige un chorro turbo o directo para superficies más sucias y rudas.
  • Si vas a usar la hidrolimpiadora para desatascar tubería, te conviene tener a la mano manguera especial para este tipo de tarea, pues una pistola y una lanza no te ayudarán mucho.
  • Si no tienes toma de agua cerca, asegúrate de tener una cubeta de agua del suficiente tamaño para que la máquina pueda extraer el agua desde allí y así se active. La mayoría de hidrolimpiadoras requieren de máximo 1 metros de distancia en cuanto altura entre la manguera y la cubeta.
  • Si necesitas limpiar sitios grandes, pero tu cable de alimentación es corto al igual que la manguera de alta presión, busca una extensión eléctrica para resolver lo del cable y compra una manguera más larga; algunas marcas venden mangueras de alta presión estandar, de hasta unos 10 metros. En caso de que no puedas conseguir la manguera más larga, entonces aprovecha la función autcebante de la que ya hemos hablado aquí.
  • Por último, asegúrate de que el voltaje de la toma de corriente sea el correcto para tu hidrolimpiadora, pues de no ser así podrías dañar el motor al conectarla o no conseguir la potencia suficiente para limpiar.